Este pequeñajo fue rescatado de debajo del ascensor de San Julián.
Un preciosete gatico que enamoró desde el primer instante al chico que nos ayudó a rescatarlo.
Con toda una vida por delante llena de alegrías, quiso la mala suerte aparecer. Julianito estaba enfermo de panleucopenia cuando se rescató y apenas pudo aguantar
unos días.
Aunque sabemos que ahora serás feliz en vuestro cielo de gatos, aquí ha sido muy triste ver cómo te ibas. Pequeñín, no nos olvides, y sobre todo, al que te adoptó
sin dudarlo.