ESTA ERA PINTITAS CUANDO LLEGÓ A NOSOTROS.

Pintitas vivía en la calle, pero en un terreno cuidado por unas monjas a las que ayudamos a controlar la colonia de gatos que alimentan.

Sin embargo, enfermó. Se le sanó y volvió a soltar. Pero en cuanto volvió a hacer frío, se volvió a poner mala. Finalmente se decidió sacar de allí puesto que no soportaría el frío invierno.

Una amiga de una voluntaria de esta protectora se la llevó a su casa para que viva felizmente y con calorcito. Y allí está haciéndose la reina de su nuevo hogar.