Si contamos la historia de Ani es decir que ha tenido mala suerte, o buena, depende de como se mire. Ella era una gata de colonia, callejera, no sabemos si nació allí o fue fruto de un abandono, el caso es que es una gata buenísima y cariñosa, que no se despegaba de nuestros pies.
Le encontramos adoptante y entonces la sacamos de la calle, pero en la revisión Veterinaria dio positivo a Leucemia Felina (FeLV) y se cayó su adopción, y no por falta de ganas y voluntad. En esa casa había mas de un gato y adoptar a Ari supone un riesgo para el resto de felinos.
Ani necesita encontrar un hogar sin gatos o con gatos positivos a su misma enfermedad con los que pueda convivir.
Por lo demás es una gata muy tranquila, que sabe convivir y cariñosa. Al principio es tímida, pero enseguida coge confianza, solo tienes que darle tiempo.
Creemos que ese hogar existe y tarde o temprano aparecerá, ya lo verás.